El artilugio es un poco más grande que el iPhone. Sin teclado alguno, pasando hojas en una pantalla táctil, seleccionando qué imágenes o qué textos quiere ampliar, imprimir o enviar por correo electrónico, con la posibilidad de ver vídeos relacionados con el tema o de hacer un seguimiento en Twitter, el lector será capaz de enfrascarse como nunca antes en el microuniverso de un periódico o una revista.
Bienvenidos al mundo de las tabletas electrónicas, el formato que aspira a revolucionar el mundo de la prensa. O al menos a frenar su caída libre. Apple pretende liderar la "revolución" con un nuevo dispositivo que, fiel a la tradición creada por Steve Jobs, será presentado al público el 27 de enero en San Francisco. El nuevo gadget -conocido en código interno como Courier y que podría llamarse como iTablet- se comercializará posiblemente en dos tamaños, de siete y 10 pulgadas, e intentará tomar la delantera a Hewlett-Packard y demás fabricantes en el prometedor filón de las tabletas.
En los útlimos meses, Apple ha estrechado los contactos con varias publicaciones -entre ellas 'The New York Times'- para explorar las posibilidades del nuevo formato, que permitirá no sólo generar nuevos ingresos, sino proporcionar un soporte bastante más atractivo para los anunciantes que la convencional página web.
La revista 'Sports Illustrated' se ha adelantado ya al futuro con una demostración que introduce al lector en el fascinante mundo de las tabletas a la carta (que permitirán, por ejemplo, viajar a los entresijos del famoso calendario de las chicas en bañador). La revista deportiva ha ideado también un nuevo y trepidante sistema para visualizar los resultados deportivos y ver en el acto las mejores jugadas.
El grupo Time Inc. pretende aprovechar de paso el tirón de su revista deportiva para explorar las posibilidades comerciales de las tabletas, que permitirán además un control muy directo del impacto publicitario en la audiencia.
Wired, por supuesto, se ha anticipado también a la fiebre con su propia versión en tabletas, que sacará un especial jugo a los gráficos interactivos y aspira a marcar la pauta de la nueva pirotecnia electrónica.
Las tabletas están sirviendo de paso para forjar alianzas hasta ahora insospechadas en el mundo de las revistas impresas, como la recién creada entre Condé Nast ('Vogue', 'Vanity Fair'), Hearst ('Cosmopolitan'), Time Inc. y la News Corp. de Rupert Murdoch para crear una tienda digital apoyada en el nuevo formato. Condé Nast y Hearst aspiran a lanzar este año un dispositivo propio, el Skiff, para entrar con doble buen pie en el nuevo mercado.
La pregunta de fondo, sin embargo, es si las tabletas electrónicas serán efectivamente la tabla de salvación o, como mucho, un paracaídas para aplacar la crisis galopante de la industria.
"Aplaudo esta fiebre de las revistas y de los periódicos por intentar salvarse a sí mismos usando una nueva plataforma", escribe Jack Shafer en 'Slate.com'. "Pero toda esta excitación me recuerda a la irrupción de previas tecnologías electrónicas en las que se invirtieron millones de dólares y que nos sirvieron de nada".
La industria confía sin embargo en que el despegue de Kindle, Nook y demás dispositivos que han servido para catapultar el mercado del libro electrónico en 2009 sirva para marcar el camino de las publicaciones electrónicas en 2010, aunque la respuesta final está en manos de los lectores.
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